lunes, 28 de noviembre de 2011

Mírala cara a cara, que es la segunda

los colores secundarios también quieren amor :P

Hace relativamente poco que empecé a curiosear entre la literatura poly que abunda por la red. Madre mía, cuantísimo escrito! Cómo es posible que se tenga tiempo para las múltiples parejas, el trabajo, la vida del día a día y además las calmadas reflexiones sobre relaciones?? LOL

El caso; lo que me iba encontrando era lo de siempre: cómo introducirse desde la monogamia, manejo de los celos, del NRE, salir del armario, control del tiempo.... Uhm, oiga, todo esto está muy bien, pero veo que está usted pensando constantemente en ese vínculo contra viento y marea que es la pareja principal... y si me cuenta algo de cómo es ser "la Otra"?

Porque al final, técnicamente poly o no, muchas veces se dan esas situaciones primaria-secundaria (esperemos que con el conocimiento de todo el mundo, porque si no  está abocado al desastre... aunque a veces no es así) y viene bien saber cómo gestionarlo. Las hay que nos encontramos uuuna y otra vez en ello casi sin querer (aunque sospecho que sí, léase a continuación ^__^)

Es una posición que tiene infinitas ventajas: mayor independencia personal/temporal/de convivencia, sensación de "soltería" mientras disfrutas de otros momentos de "pareja", disminución de presiones sociales al nivel que nos tienen acostumbrados ("ya deberías conocer a sus amigxs" "no te ha dicho ya que te quiere?"), disfute, en resumen de lo mejor de estar con una persona manteniendo tiempo para desarrollarte individualmente.... Muy apto si no tienes mucho tiempo, te importa mucho tu trabajo o no tienes "fácil convivencia" (qué se le va a hacer, hay gente que es un poco misántropa :P)

PERO también puede ser frustrante por otros lados: estar supeditadx a límites que se marquen desde la pareja principal y no sólo desde la tuya, especialmente si hay poder de veto (wow! eso no se me había ocurrido y es un graaaan miedo de lxs secundarixs! no me extraña!), deseo de pasar más tiempo con la pareja o que la relación evolucione hacia "otra cosa" (extraño lugar), añadiendo encima tener que pasar desapercibida si el entorno/pareja/whatever no lo sabe??? ARG!

 Otro tema que he encontrado bastante representativo es el tema del nombre.
Es curioso, pero no sabía muy bien verbalizar esa sensación de ilegitimidad hasta que la encontré escrita en este blog:
"Al final todo depende de lo segurx que seas. Como primarix, necesitas ser lx únicx que tiene el título? Como secundarix, necesitas el título de primarix para definir tu status?
Sabes, yo necesito algo. No puedo decir qué es lo que es. Algún día se me ocurrirá. Ahora mismo, sé que nunca tendré la legitimidad que la pareja principal tiene. Nunca tendré la boda que se celebra con todxs lxs amigxs y familia. Nunca tendré el título de esposa y madre. Nunca tendré el mismo tipo de cosas que las primarias tienen. Es logística y legalmente imposible. Así que, pedir una palabra es demasiado?"
Por supuesto, aquí están hablando de una familia polyamor del tipo más... tradicional? con expectativas de casarse y tener niños y blabla, es decir: están en esa fase. Pero aún así me resulta significativo el hecho de que le gusta o acepta la situación, no pide nada más, no pide futuro ni cambio, pero quiere reconocimiento.
Creo que pasa muchas veces en relaciones secundarias (o es una proyección de inseguridades secundarias propias, que también puede ser :-) aunque tb lo he leído por ahí) que se establece TAN claramente cuál es la relación principal como "fuerte de seguridad"que las demás quedan en una especie de neblina indefinida, sin saber si son relaciones, una amistad ligerita de cascos, amantes casuales...


Eso entronca con el tema de los sentimientos/miedos comunes, pero ya me está quedando muy largo el post :-)
Seguiremos informando sobre este tema con más bibliografía interesante

5 comentarios:

José Antonio Peñas dijo...

Cierto. A priori puede parecer que las personas que forman la pareja "oficial" son los que se encuentran más expuestos, tiene más que perder... etc, pero creo que la otra voz no está en una situación fácil, ni mucho menos, ya que es la que carga con más inseguridades. O miedos, porqué no decirlo así.

caterina dijo...

a mí es que me llamaba la atención que parecía que nadie hablaba de esas "terceras partes" con TODA la panoplia de situaciones que se barajan.... claro que debe ser porq lxs teoricxs tienen todxs parejas principales, no sé

Cire dijo...

Personalmente, creo que hay demasiada "literatura" y poca "vivencia real", la mayoría de las veces.

Yo, que hace más de 15 años viví de forma totalmente natural y espontánea una relación poly (cuando entonces ni se sabía lo que era, ni había definido nada al respecto) no tuve ningún problema en ser "la tercera parte".

Creo más bien que el problema surge a consecuencia de las inseguridades propias de cada persona, y de que cada participante de la relación no sepa estar en su lugar... pero eso también pasa en las relaciones vainillas más tradicionales.

Por otro lado, me hace mucha gracia el que siempre parezca por la literatura existente, que las relaciones poly se puedan dar sólo entre personas independientes que no se plantean tener hijos, porque eso ya les convierte en algo "tradicional". ¿Y por qué no? El fundamento es el mismo... ¿o es que resulta que tanto que se habla del poliamor como una "familia", se trata sólo de una "familia de individuos" y si alguno de ellos piensa en tener hijos ya no es "apto" para el poliamor?

Aún así, ninguna postura es fácil cuando se trata de relaciones personales del tipo que sean, si la persona no tiene la cabeza bien amueblada. Y en este tipo de relaciones más complejas, mucho más.

caterina dijo...

@Cire, estoy muy de acuerdo contigo en que eso varía con la persona y cómo se lleve la relación en particular. En mi experiencia, cuanta más comunicación hay entre todas las partes, menos quebraderos de cabeza (pero eso es de cajón!)
También entiendo que si se quiere escribir sobre ello a nivel ¿teórico? -no sé qué nombre ponerle, en plan "lxs popes" del polyamor- se distancien un poco e intenter ver toda la casuística aunque no lo hayan experimentado directamente, con lo cual faltarán matices, claro.

Lo de tradicional no sé si lo dices por lo que se escribe por ahí o por cómo he empleado la palabra. Iba a poner "americana" o "anglosajona" porque me sonaba más de ese rollo vida-juntxs-en-casita-del-suburbio, aunque por aquí en realidad también se verá... me suena que menos, simplemente. En cualquier caso no iba en plan tradición-vainilla-monógama-etc sino en comparación a lo que lo puedo estar aplicando en mi vida de literatura poly con relaciones que no lo son, con menos implicación que el ejemplo, sin pensar aun en matrimonios, hijos etc. Pero porque lo he especificado a mi campo de intereses, que para algo es mi casita mi blog XD

Un beso y encantada de que te pases por aquí! :)

Cire dijo...

Totalmente de acuerdo contigo.

Y aunque no siempre tengo tiempo para seguir todos los blogs que quisiera, que sepas que de vez en cuando me encanta asomarme a tu "casita"... :D

Besazo, cielo.